PROGRAMACIÓN FS_6
Una brecha en la realidad
“Un día de mayo del 68, el café estaba lleno de gente y todo el mundo lloraba. Todo el café lloraba. Fue muy hermoso. Habían lanzado una granada lacrimógena. De no tener la costumbre de ir allí todas las mañanas me lo habría perdido. Allí, ante mis ojos, se había abierto una brecha en la realidad”
Alexander, el protagonista de La mamá y la puta, la legendaria película de Jean Eustache, sentado en su cama frente a Veronika, la enfermera con la que mantiene una relación amorosa, recuerda un día de mayo del 68, en el que entró a un café lleno de gente, donde todo el mundo lloraba y le pareció hermoso. “Allí, ante mis ojos, se había abierto una brecha en la realidad” afirma el personaje interpretado por el mítico Jean-Pierre Léaud. Y luego confiesa que tiene miedo de volver allí y ya no ver nada, tiene miedo, y no quiere morir. ¿Qué es lo que vio realmente Alexander en ese café? Probablemente, la oportunidad de transformar el mundo y de construir algo nuevo. Su temor, ante la desaparición de esa alternativa, es fundado. No ver la opción de un futuro distinto es igual a la muerte. El propio Eustache lo demostró con su prematura partida.
Si bien Alexander refleja el desencanto, la desesperanza y la resignación de toda una generación, también nos regala una idea hermosa, cargada de vitalidad. Por muy sólidas que se presenten las estructuras que condicionan la vida, es posible abrir una grieta, provocar una fisura, detectar un intersticio, desde donde vislumbrar otros futuros posibles. Pero no se trata solo de la experiencia vital sino también del cine, ya que arte y vida en Eustache eran prácticamente indisociables. Esa brecha que su personaje constató en aquel café, está presente también en la radicalidad de sus películas, que fluyen sin grandes sobresaltos a través de extensos monólogos, paseos, encuentros y desencuentros, donde percibimos la espesura y el transcurrir del tiempo.
El propio Eustache sostiene esa misma radicalidad fuera del cine, aunque nunca se alejó demasiado, pero sí lo suficiente para situarse a contrapelo respecto de su época: “Yo comparo el cine actual con lo que pudo ser un país cuando estaba ocupado por fuerzas extranjeras. Y la única posición posible de un creador hoy en día me parece que es la de la resistencia”.
Han pasado 50 años desde aquella declaración y esta sigue teniendo plena vigencia. Nuestro tiempo, en muchos aspectos, no es tan distinto al suyo. La violencia cotidiana, la crueldad de la guerra, la desigualdad, la discriminación, los abusos de poder y la destrucción de la naturaleza, atraviesan su época y la nuestra, y la producción de imágenes, sonidos y los medios audiovisuales no son ajenos a ello, por el contrario, en muchos casos, han estado al servicio de la tiranía y la dominación. Pero al mismo tiempo, algo sí ha cambiado, la transformación tecnológica que ha tenido lugar en las últimas décadas ha trastocado significativamente las formas en que nos relacionamos, constriñendo la realidad y el cine, de maneras cada vez más sofisticadas. Aquellas fuerzas extranjeras de las que habla Eustache han modificado su rostro.
La mutación digital ha automatizado la vida, no solo de forma física sino también cognitiva, insertando respuestas mecánicas en nuestra percepción, imaginación y deseo, nos advierte Franco Bifo Berardi. Aquel estado de cosas no deja espacio para pensar en otras alternativas, instalando una imposibilidad de futuro en las sociedades modernas. Mark Fisher llamó a esto realismo capitalista, un presente que nos obliga a enterrar el pasado y a dejar atrás ciertas cosas que en algún momento fueron importantes, como la solidaridad de clase y la idea de lo colectivo, para permanecer conectados al circuito interminable del consumo y el entretenimiento. Retomando las ideas de Eustache, habría que preguntarse ¿de qué manera podemos resistir en una época como esta?
Andrea Soto nos dice que resistir es mantenerse en una brecha. Una brecha desde donde podamos contrarrestar las fuerzas extranjeras, la estandarización de la vida, la automatización de la percepción, la homogeneización del lenguaje, la falta de empatía y la erosión de lo colectivo. Ese espacio, grieta o fisura, esa brecha, es ante todo una posición frente a las cosas, una zona desde donde oponerse a la opresión y la barbarie. Un espacio de resistencia poética y política, donde es posible detenerse y entrar en contacto con otros tiempos, otras maneras de mirar, de pensar y también de percibir la realidad.
Las películas de Jean Eustache, Heddy Honigmann, Affonso Uchoa, Glauber Rocha, Cristán Sánchez, Gustavo Fontán, Wang Bing, Paula Gaitán, Raúl Ruiz y todas las que integran las 12 secciones del programa que hemos elaborado para esta edición nos instalan, de alguna u otra forma, en esa brecha, la construyen y la delimitan, y desde ahí interrogan la realidad con toda libertad. Es así como nos invitan a repensar las palabras y las cosas, el lenguaje y el mundo. Se trata de obras que abren nuevos espacios, introduciendo una alteración en la forma en que percibimos y comprendemos lo que nos rodea. Obras que nos permiten resignificar el pasado, observar el presente con mirada crítica para encontrar otras maneras de relacionarnos, así como también proyectarnos en el tiempo para imaginar otros futuros posibles.
Agradecemos a las personas, organizaciones e instituciones que han colaborado en esta sexta edición y les invitamos a participar de esta experiencia cinematográfica, habitando una brecha común, en la ciudad de Concepción, la región del Biobío y el sur de Chile.
¡SEAN TODOS/AS MUY BIENVENIDOS/AS!
SESIONES ESPECIALES
Película de inauguración
Película de clausura
60 años
¡Adiós Luis Ospina!
La primera y la última
ILUMINACIONES
NO RECONCILIADOS
TIERRA EN TRANCE
COMO ME DA LA GANA
IMPRESIONES
FOCOS
JEAN EUSTACHE (FRANCIA)
“Yo comparo el cine actual con lo que pudo ser un país cuando estaba ocupado por fuerzas extranjeras. Y la única posición posible de un creador hoy en día me parece que es la de la resistencia, la no colaboración con la industria, el público, la exhibición, la crítica con la que todos, sabiéndolo o no, colaboran”. Jean Eustache
Jean Eustache (Francia, 1938-1981). Escritor y cineasta, considerado el más representativo de los años 70 en Francia. Pese a su corta carrera, realizó numerosos cortos y largometrajes; el primero, La maman et la putain, considerado como un trabajo clave del cine post-Nouvelle vague francés. Jean Eustache se suicidó en noviembre de 1981.
HEDDY HONIGMANN (PERÚ)
“Desde mi primera película hasta el día de hoy, mis temas son los mismos. Incluso en una de las más pícaras, O amor natural -donde ancianos en Brasil leen la poesía erótica de Carlos Drumond de Andrade y evocan sus momentos de amor, hay mucha melancolía por el erotismo perdido en los tiempos pasados”. Heddy Honigmann
Heddy Honigmann (Perú 1951-2022). Hija de inmigrantes judíos procedentes de Austria y Polonia. Debido a la falta de escuelas de cine en Lima se mudó a Roma para estudiar en el Centro Sperimentale di Cinematografía. Desde 1978 Heddy fue ciudadana holandesa. Vivió en Ámsterdam aunque su carrera cinematográfica la llevó alrededor del mundo. Retrospectivas de su obra han tenido lugar en París, Berlín, Minneapolis, San Francisco, Barcelona, Madrid, el MoMA, el Pacific Film Archive, Toronto, Lima, México, Leipzig, Montreal, Lisboa, Taipei, Beijing y otros.
AFFONSO UCHOA (BRASIL)
“Me interesa la memoria de la gente, la memoria de los excluidos, de la gente sin poder”. Affonso Uchoa
Affonso Uchoa (1984, Brasil) cineasta radicado en Contagem, Brasil. Dirigió las películas Mulher à tarde (Mujer por la tarde, 2010), A vizinhança do tigre (La vecindad del tigre, 2014) y Sete anos em maio (Siete años en mayo, 2019). También es codirector de Arábia (Arabia, 2017). Sus obras se han exhibido en importantes evento cinematográficos, como el Festival Internacional de Cine de Rotterdam (Países Bajos), Viennale (Vienna), Toronto (Canadá), Visions du réel (Suiza), Mostra de Tiradentes (Brasil) y Mar del Plata (Argentina), entre muchos otros.